- Retrasa la aparición de arrugas: la limpieza diaria de la piel junto al uso de productos con activos antiedad ayuda a retardar el envejecimiento cutáneo.
- Oxigena: un beneficio para destacar, porque activa las defensas naturales de la piel y le permite respirar mejor.
- Regula el acné: el cuidado es fundamental para las personas que sufren de acné, porque reduce la sensación de piel grasa y permite remover los puntos negros.
- Elimina células muertas y restos de polución: durante el día la piel acumula suciedad e impurezas que es importante quitar porque obstruyen los poros.
- Hidrata en profundidad: una piel hidratada es una piel elástica, saludable y más joven.
- Disminuye los signos de cansancio: descuidada, la piel se ve apagada, amarillenta y sin densidad.
- Recibe mejor el maquillaje: en un cutis limpio los productos de make up penetran mejor, lucen mucho más y duran más tiempo.
Hay que tener en cuenta que una buena rutina de cuidado facial empieza por la limpieza, que no solo quita suciedad, restos de maquillaje, sebo y sudor acumulados, sino que, también, mejora la textura de la piel y logra que los productos que se aplican después se absorban mejor y más fácilmente.